Rumbo al Abierto de Australia 2026: Regresos esperados, la presión local y la promesa brasileña

A medida que nos acercamos al inicio de la temporada 2026, el mundo del tenis comienza a vibrar con la expectativa del primer Grand Slam del año. Mientras los fanáticos cuentan los días para el arranque del Abierto de Australia, el escenario se va configurando con historias de redención, ambiciones locales y el ascenso imparable de nuevas figuras sudamericanas. Tres nombres propios acaparan la atención en la antesala de la gira oceánica: el británico Jack Draper, el local Alex de Minaur y la joven estrella de Brasil, Joao Fonseca.

Draper confirma su vuelta tras un 2025 accidentado

La noticia que esperaban los seguidores del tenis británico finalmente llegó, y de una manera bastante informal. Jack Draper, quien alcanzó el puesto número cuatro del ranking mundial tras una primavera brillante, confirmó que estará presente en Australia en 2026. La revelación se dio a través de un video viralizado en la plataforma X, donde un aficionado lo interceptó para preguntarle cuándo volvería de su lesión. “Sí, voy a jugar en Australia”, respondió el británico, desatando los aplausos de los presentes.

No ha sido un camino sencillo para el zurdo de 23 años. Una lesión en el brazo izquierdo lo marginó de la competencia durante gran parte del año pasado; de hecho, desde Wimbledon solo pudo disputar un único partido, cayendo en la primera ronda del US Open. Recientemente, incluso tuvo que bajarse de una exhibición en Macao. “No ha sido el momento más fácil para mí”, confesó Draper. “Sentía que estaba en un lugar realmente bueno, justo en la cima, y luego sucede algo así. Supongo que te quedas quieto y dejas que te venza o sigues adelante”.

Para Draper, el tenis es una “rueda constante”. Su regreso es vital para el tenis británico, que lo ve como la esperanza más firme de tener un campeón de Grand Slam masculino desde Andy Murray en 2016. Vale recordar que su paso por Australia en 2025 fue agridulce: tras batallas épicas a cinco sets contra rivales como Mariano Navone y Thanasi Kokkinakis, su físico dijo basta en octavos de final ante Carlos Alcaraz, obligándolo a retirarse. “Estaba muy dolorido… con todas las horas que jugué, fue demasiado para mi cuerpo”, admitió en aquel entonces. Ahora, buscará revancha.

La obsesión de Alex de Minaur por ganar en casa

Si Draper busca redención, Alex de Minaur busca la gloria ante su gente. El australiano cerró una temporada fantástica como el séptimo mejor jugador del mundo, pero la pregunta que ronda en Melbourne es si tiene el potencial para dar el golpe definitivo en un Grand Slam. La historia del torneo indica que solo los elegidos levantan el trofeo, pero “El Demonio” no oculta sus ambiciones.

En diálogo con la prensa, De Minaur reflexionó sobre la inmensa carga que significa jugar de local. “No es ningún secreto que es donde más deseo jugar bien. Quiero rendir frente a mi gente”, aseguró. El tenista de 26 años es consciente de que las expectativas pueden ser un arma de doble filo: “Cada año empiezas allí y existe la expectativa de hacer daño… y tan pronto como ganas un par de partidos, el ruido exterior se hace más fuerte”.

Sin embargo, lejos de amedrentarse, De Minaur ve el lado positivo de esa presión asfixiante. Para él, ese “ruido externo” es una señal de que está haciendo las cosas bien. Los fanáticos australianos creen que este podría ser el momento ideal para que su compatriota se inscriba en las páginas doradas de la historia del tenis, aunque la competencia será feroz.

Fonseca y el plan para asaltar la élite

Mientras tanto, en Sudamérica, las miradas siguen posadas en Joao Fonseca. El 2025 del brasileño dejó señales claras de su potencial: victorias resonantes, como la conseguida ante Andrey Rublev, y dos títulos bajo el brazo en Buenos Aires y Basilea, logros que le permitieron irrumpir en el Top 25 por primera vez. No obstante, su equipo sabe que para alcanzar el nivel de Jannik Sinner o Carlos Alcaraz —sus grandes objetivos— es necesario pulir detalles.

Durante esta pretemporada, el enfoque de Fonseca ha estado puesto en el aspecto físico, buscando mejorar su movilidad para contrarrestar a rivales que ahora conocen mucho mejor su juego. Patrick Mouratoglou, una voz autorizada en el circuito, no escatimó elogios para el joven: “Realmente tiene todas las habilidades para convertirse en el futuro del tenis. Ha tenido altibajos, como es normal a su edad, pero ya ha experimentado lo que significa tener una enorme presión sobre él”.

La hoja de ruta de Fonseca apunta a un 2026 fundamental para su maduración. Además de los torneos oficiales, se confirmó que cerrará el próximo año con un evento de lujo: una exhibición contra el actual número 1 del mundo, Carlitos Alcaraz, en São Paulo. Pero antes de eso, Australia espera, y tanto las estrellas consagradas como las promesas emergentes saben que en Melbourne no hay margen para el error.